El pasado 25 de febrero el Consejo de Ministros aprobó la rebaja de cotizaciones para nuevos contratos de empleo. Esto supone que las empresas que contraten y firmen un contrato fijo tendrán que pagar solo 100 euros de cotización en contingencias comunes. Hasta aquí todo bien, pero esto supone una merma en los ingresos de la caja de la seguridad social, y al haber menos ingresos existe la excusa perfecta para que las pensiones vayan a la baja. Esto, junto la reforma de las pensiones que se llevó a cabo el pasado diciembre de 2013, hace que los ciudadanos estemos cada vez más preocupados por nuestra jubilación.
Según la “Encuesta sobre la jubilación y los hábitos de ahorro” publicada recientemente por el Instituto BBVA, el 86% de los ciudadanos cree necesario ahorrar para complementar su jubilación. Aprovechando la coyuntura, Unespa (la patronal de las aseguradoras), ya ha hecho llegar una carta al Parlamento en la que aconseja que los españoles necesitan ahorrar en planes de pensiones privados la somera cantidad de 300.000 millones de euros como poco. Así, a día de hoy podemos ver los diferentes modelos y planes de ahorro que nos ofrecen estas aseguradoras. Dejo algunas preguntas para la reflexión: ¿pasará en España lo que ha sucedido en Alemania con algunas de estas aseguradoras? ¿está preparado nuestro sistema financiero para tal fin?; en el Estado del Bienestar en el que se supone que vivimos: ¿somos los ciudadanos los que nos debemos de preocupar por nuestras pensiones? o por el contrario ¿debe ser el Estado el que debe destinar los recursos necesarios para garantizar nuestra jubilación?.
Economistas como Carlos Sánchez Mato, lo tienen claro: los planes de ahorro privados son un gran negocio para las entidades financieras y gestores de planes de pensiones. Éstas animan a los ahorradores a desviar sus ahorros a estos planes. Si el Estado recauda anualmente más de 100.000 millones de euros en cotizaciones a la seguridad social (que son las que financias las pensiones), nos podemos imaginar la magnitud del pastel que intentan captar estas entidades privadas.
A día de hoy, además de estos planes de ahorro, que se deben de considerar como una alternativa, el Estado debería blindar el pacto social y establecer mejoras y medidas absolutamente necesarias e imprescindibles para garantizar las pensiones del futuro. La pregunta es fácil: cuál es la pretensión del Gobierno actual: ¿Garantizar las pensiones o garantizar el negocio de estas aseguradoras?, a día de hoy parece que esto está claro.
0 comentarios:
Publicar un comentario